A Lore la conocí cuando era voluntaria de la organización en la que trabajaba, al poco tiempo descubrí su pasión por los números, los viajes, los lugares exóticos y su fascinación por la ciudad de New York.

Lore no migro por necesidad, migro por su deseo de seguir su proyecto de vida con su esposo y qué?

Si y qué? es que desde que empecé a conocer las historias de profesionales que migran creo que todas las razones son validas, y aunque se pinta el salir del país como una cruz, la realidad es que muchos migramos por decisión propia y eso no hace menos nuestros méritos, creo que lo bonito de este proceso es salir de la comodidad de lo conocido a mover fibras que te van a incomodar y exigir mas; y eso fue precisamente lo que me encontré con la historia de Lorena, una economista apasionada por su carrera que se aferró tanto a ella como pudo, hasta que logró una posición en el equipo de investigación de la ciudad.

Aunque su relación con Estados Unidos, su país vecino le haría creer que era sencillo retomar su rumbo profesional en este país una vez radicada, Lore se encontró con el trabajo de encontrar un trabajo en su carrera la hizo no sólo cuestionarse como profesional si no pensar en todos las pruebas que debía atravesar para mostrarse a si misma que era capaz de competir para llegar a alcanzar una de las posiciones en el sector de la economía e investigación como lo quería.

La próxima semana, Lorena nos cuenta cómo fue su proceso de integración profesional, sus altos y bajos, su trabajo en Zara, su pasos como voluntaria y la historia del anhelado email: llegaste a la siguiente ronda!

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