«Tu futuro se crea con lo que haces hoy, no mañana.» – Robert Kiyosaki

Esta frase de Kiyosaki definitivamente aplica para lo que les voy a compartir el día de hoy, porque tomar acción hoy suena fácil, pero siempre estamos dejando todo para mañana y la invitación es: ¡Toma acción HOY!

Todo lo que puedas imaginar, ¡cualquier cosa! Y lo digo en serio: tu estilo de vida, viajes, jubilación, comida, ropa, la educación de tus hijos, la casa de tus sueños, ser el soporte financiero para tus padres, absolutamente TODO. Para eso y mucho más necesitas dinero. Sin duda alguna.

No sé tu , pero yo crecí escuchando frases como «el dinero no compra la felicidad» o tal vez «el dinero solo sigue a los ricos». Las escuché tantas veces que, hasta que tomé las riendas de mis finanzas, eran parte de mis creencias. Normalice la carencia, normalice que estaba bien conformarme con lo que había y, si no había, también estaba bien. Creí que no estar bien financieramente era lo normal. Estoy segura de que muchas de ustedes han escuchado alguna versión de estas frases y, aún más, estoy segura de que esas frases pueden ser parte de sus creencias sin que lo sepan, porque operan inconscientemente desde esas creencias limitantes.

Ejercicio: Mirando de cerca tu dinero

Pregúntate y responde:

  • ¿Cuáles son mis creencias acerca del dinero?
  • ¿Soy consciente de lo que creo, digo y hago con mi dinero?

Después de responder, revisa tus cuentas y anota los balances en cada una. Date una calificación del 1 al 10 en cada una:

  1. Cuenta corriente: ¿Cuál es tu saldo actual?
  2. Cuenta de ahorros o fondo de emergencia: ¿Cuánto has ahorrado?
  3. Cuenta de retiro: ¿Cuánto contribuyes con cada cheque?
  4. Para mis emprendedoras: revisen su IRA, Roth-IRA, SEP-IRA u otras cuentas de jubilación.
  5. Tarjetas de crédito: ¿Cuál es el saldo pendiente?

Cada una de estas cuentas te revelará tus creencias sobre el dinero y, lo más importante, sin juzgarte, te mostrará cuáles son tus prioridades.

¿Qué hacer?

Al observar de cerca tu realidad financiera, los balances de tus cuentas te dirán cuáles son tus prioridades y te revelarán qué debes cambiar si no te gusta lo que descubres. Si, por el contrario, te sientes satisfecha con lo que ves, felicítate por lo que has logrado.

Si tu saldo en el fondo de emergencia es bajo o no tienes una cuenta de ahorros, no estás preparada para una emergencia y, por ende, recurrirás a usar tarjetas de crédito. Si no estás contribuyendo a tu jubilación, no te estás preparando para tu vejez. Es ahí donde el querer o el tener que trabajar dictarán tu calidad de vida. Si el saldo de tus tarjetas de crédito es alto, significa que gastas más de lo que ganas, consumes más de lo que ahorras y no tienes claridad sobre tu presupuesto mensual ni sobre la diferencia entre «lo quiero» y «lo necesito».

Ahora entenderás a qué me refiero con ser tu propio superhéroe. No dependas de la economía, de tu estado de ánimo, de tu estatus migratorio o de esperar a «estar estable», “cambiar de trabajo” o cualquier otra excusa.

¡Toma acción este mes de marzo!

En este mes, en el que celebramos el Día de la Mujer, te invito a que dejes atrás las creencias limitantes que nos inculcaron desde pequeñas, ya sea por nuestros padres, familia o cultura. Esas creencias se han arraigado en nuestro subconsciente.

De hecho, te desafío a hacer un «reseteo» de tus creencias financieras, así como lo hacemos con nuestros dispositivos electrónicos. Instala nuevos pensamientos y creencias, y diseña un plan de acción. ¡No procrastines! Te costará caro, y eso es un hecho.

Toma las riendas de tus finanzas

Depende de ti decidir y tomar el control de tu presupuesto, identificar dónde necesitas ayuda y en qué aspectos estás bien. No esperes el momento pluquanperfecto, porque no existe.

Por último, quiero reconocer el clima político actual y los efectos que esto puede tener en nuestra comunidad latina. No dejes que el miedo controle tu vida.

El miedo descontrolado conduce a un estado de ansiedad, lo que provoca una activación crónica del cortisol. Esto genera inflamación en el cuerpo y causa todo tipo de síntomas físicos.

Soy una firme creyente de que, una vez que planeas y te preparas para lo peor, nada puede derrumbarte. ¡Pienésalo!

Si no te preparaste y, en cambio, elegiste vivir en miedo y ansiedad, sin tomar acción ni tener un plan B, entonces estás en el escenario perfecto para un colapso total, emocional y financiero.

¡Sé la mujer que toma acción!

Se la mujer que analizó sus finanzas, identificó dónde necesitaba ayuda y TOMÓ ACCIÓN para implementar el plan que le da paz mental. ¡Es momento de actuar!

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