Esta historia hace parte de las anécdotas en mi búsqueda del camino profesional en esta ciudad, y contiene todos los sentimientos revueltos: Emoción, frustación, alegría y decepción.
En el años 2017 después de enviar mi resume a diferentes posiciones a través de todas las plataformas que conocía recibí un correo que decía que querian entrevistarme por una posición en la AMNISTIA INTERNACIONAL.
Ustedes no se alcanzan a imaginar la emoción que yo tenía, la descripción del trabajo decía que el pago inicial era 18$ dólares la hora, y tenia un entrenamiento básico de una semana que era PAGO y luego empezaría a trabajar con un equipo que me llevaría de la mano por el proceso mientras yo aprendía y empezaba a lidera mi propio equipo.
Resulta que primero tuve una entrevista por teléfono, la cual era muy básica y lo mas difícil que podia pasar era confundirme entre «Tuesday» or «Thursday» para agendar la próxima entrevista, ahi también fui aprendiendo que lo mas importante al terminar la llamada era pedir que me enviaran los detalles por email y bueno asi fue.
La entrevista en persona se dio, era en uno de los últimos pisos de uno de los grandes y altos edificios de midtown, llegué temprano, entusiasmada, contenta, con mi resume impreso y había practicado por horas sobre toda la experiencia en Colombia, en la sala de espera estaban mas o menos 10 personas mas al igual que yo esperando, de diferentes nacionalidades, y más o menos jóvenes con excepción de una señora tipo 40 años. La entrevista fue amena, el chico que me entrevisto era joven, me explico que el trabajo era esencial para la organización y hacia parte del equipo de fundraising, término que era nuevo para mi en ese momento para ser honesta. También tengo que admitir que al terminar la entrevista recuerdo que dije, esta vaina es muy buena para ser cierta.
El entrenamiento empezó a la siguiente semana. Estuve muy puntual en todo el entrenamiento con un grupo de 15 a 18 personas, creo que era la única latina pero no recuerdo bien, en esa semana aprendí sobre la organización, el trabajo que realizaban, la importancia de recoger fondos y el discurso que se debía dar a las personas para que donaran, había mucho material gráfico que sensibilizaba sobre las diferentes causas por la que velaba la organización, aprendí mucho la verdad pero cada vez que salía de las horas de entrenamiento sentía que aún faltaba algo y no iba ser tan fácil.
Bueno, para hacerles el cuento corto porque son la una de la mañana… el ultimo día del entrenamiento era de practica y nos dijeron que nos encontraramos en la oficina oficial de la Amnistía, la experiencia fue chévere y ahi nos dieron material como flyers, camisetas, gorritos y vale la pena contarles que estaba en invierno.Después de esa breve visita a la oficina nos dividieron en grupos y nos fuimos a tomar el tren en grupo, cada grupo tenia un team leader y el mio era un chico super atento, que hablaba español y tenia mamá colombiana, recuerdo que ese día empezamos a caminar la estación del tren y el líder del grupo nos mostró como debiamos acercanos a la gente, osea me refiero a la gente extraña que caminaba para tomar el tren en su rutina del día y pedirles que donaran, cuando la persona decía que si, se hacia una aplicación sencilla en un Ipad y se realizaba la donación.
Cada grupo tenia metas de cuantas donaciones querian lograr al final del día, lo ideal era que la persona se registrara a una donación anual, y al final de la semana el equipo con mas donaciones era «premiado» o reconocido.
Bueno aquí empezó la aventura, empezamos a caminar en las estaciones del tren y luego nos bajamos en Chelsea market, o cerca. No recuerdo todos los detalles, quizás debí haber escrito esta historia cuando tenia los datos mas frescos, pero lo cierto es que mis manos no olvidan el frio de ese día y cómo caminabamos todos en grupito buscando un Starbucks o un McDonald con cara de meternos ahi para siempre y no salir de nuevo. Lo difícil para mi fue todo, imagenensen pues yo tratando de hablar con gente totalmente extraña para entablar una conversación en ingles y pedirles dinero para una donación.
Ese día fue fatal, llegue muy triste a mi casa, sentía que no lo iba a lograr. Mis pies estaban muertos del frio, de caminar, mi boca, mis ojos, las manos del frio no podián mas. Muchos diran que soy una floja, pero hay trabajos en lo que uno lo da todo y otros no.
Aunque llegue con cero ganas de volver a ir a ese trabajo, mi novio me motivo y me dijo, que depronto si hacia un buen trabajo iba a tener un propio equipo y los días se iban a pasar rápido, así que le hice caso y empecé a trabajar, el lunes de la semana que le seguía me equipe mucho mejor con guantes, gorro, medias, leggings debajo del pantalones, mejor dicho me prepare para la guerra, el chico que fue mi team leader me dijo, no te preocupes te va a ir super bien… Todo el día caminamos en otras calles que nos asignaron, me tire al ruedo por ahi 10 veces, Good morning Sr, hey Sr, how you doing today, have you heard about ….. thanks ma’am, Fue el día mas largo de mi vida estaba a punto de yo misma poner la donación del día.
Al siguiente día amanecí con gripa, llame a disculparme y luego renuncie.
Ximena Cuenta 
Lo bueno de esa experiencia es que sirve para apreciar a la gente que uno encuentra en la calle haciendo ese trabajo. Gracias por compartir.