Hace una semana estaba en un entrenamiento para un nuevo empleo, y al salir me encontré con una amiga de Tayikistán, que hace mucho tiempo no veía, ella tiene los ojos azules y aveces parecen de color verde, pestañas largas y cejas gruesas, siempre tiene un velo que cubre su cabello , lleva las uñas de color natural y sus labios sin ningún tipo de labial.
Estábamos esperando el café cuando ella me contó que había empezado a estudiar y a trabajar medio tiempo, que aunque le tomaría más tiempo de lo normal terminar la carrera estaba emocionada, yo le conté de mis planes y echamos rulo un buen tiempo, pero a pasar la hora, nuestro café ya hacia efecto y entre risas empezamos a hablar sobre los días en lo que no hemos estado muy bien, los días en los que la cobija te aprieta, el agua te pringa, la pereza te domina y sientes que tu cuerpo esta en modo automático realizando las cosas del día y te falta el factor, motivación.
Entre risas le conté las cosas que me han pasado, como cuando he perdido mi tiempo en entrevistas para un trabajo ficticio, o lo que me sucedió con el examen del TOEFL o cuando una señora una vez me llamo Mexicana como si fuera un insulto, y muchas otras cosas que me han hecho salir de casillas. Ella mientras se reía me iba contando lo que ha vivido. Venimos de dos lugares distintos y aun así, llegar a un nuevo País nos ha llevado a coincidir en varios aspectos como mujeres e inmigrantes, la charla estaba tan buena, que ella pidió una segunda taza de café y yo ordene una cerveza, compartimos un postre entra las dos y seguimos nuestros relatos de los que ahora podíamos reír a carcajadas, reír de esas pequeñas amarguras, tristezas o como ustedes les quieran llamar, esas mismas de las que no podemos escapar, que adornan la vida y que ahora nos permitían sonreír.
En un par de patadas se nos anocheció y llego el momento de partir a casa, Sheena es una de las primeras amigas que hice cuando llegue por estos lares, me vio en los días grises y aun así le explicaba que para mi no existía la depresión, que la tristeza era una opción mental y mi rechazo a tener malos días era tanto que me daba mal genio que me sintiera baja de nota, es un rechazo que tuve por mucho tiempo y aun aveces lo tengo, sin embargo ella me decía: It’s ok NOT be Ok, ahora entiendo porque, es que todos tenemos derecho a esos días, momentos en los que no tenemos ganas de levantarnos de cama , días en los que miramos para atrás y creemos que no hemos hecho un carajo, horas en los que la motivación cae y las lagrimas afloran.
Si, todos tenemos derechos a esos días, pero a lo que no tenemos derecho es quedarnos ahí, es una opción hundirnos y nadar en los pesares , pero la otra alternativa es levantarnos y buscar la forma de llegar a nuestras metas, alcanzar nuestros objetivos y aunque aveces el camino cambia podemos crear nuevas rutas, siempre hay una razón por la que nos da un poco de depre y cuando encontramos el porque, la solución puede ser empezar a realizar esas cosas que hemos dejado de hacer, o hablar sobre lo que sucede y si vemos que no hay salida, pues mijito como dice mi señora madre, pues no se preocupe que no hay nada en que pensar, mañana sera otro día y volverá a salir el sol, y sin importar cuanto alumbre el sol, el brillo lo ponemos nosotros.
Sheena y yo nos volveremos a encontrar cuando tengamos un tiempo libre, ella ahora esta casada, trabaja, estudia para ser trabajadora social, hace yoga y aprende Frances, yo, bueno, pues yo bien gracias.
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