Al nacer y sin pedirlo ya tenía un hermano grande. Alto, de carcajadas ruidosas, sonrisa amplia y ojos oscuros, un niño de siete años que sabía leer, escribir y conocía la vida mejor que yo, quizás por ese motivo fue él quien me la enseñó.
Tener un hermano hombre y más grande que tú , es aprender como él, querer caminar con él, andar por su mismo camino y perseguir sus sueños, es saber que alguien en el mundo con tu misma sangre no te fallará nunca y siempre estará en tu vida porque no hay un motivo ni razón existente que permita que deje de ser tu hermano.
Un hermano mayor es un ejemplo a seguir, una voz que manda aunque mal mande, un cumplidor de anhelos, un héroe que alcanza las primeras cosas que tú quieres, que sabe lo que hace, soluciona lo imposible, es la fuerza que te motiva para demostrar que tú también puedes y es el primero que esta para aplaudirte.
Un hermano mayor es el que se cae en patines y anda en bicicleta, es con quien aprendes de fútbol y baloncesto, no juegas barbies ni muñecas, aprendes de canicas, bolas y póster de viejas en pelota, de Andrés Calamaro, Manu chao y Cerati, es tu primer Dj, es con quien juegas a lucha libre y ajedrez, es con quien bromeas hasta enojarte y despiertas sin enfado, no hay kilómetros que marquen la distancia y cualquier momento es el indicado.
Es mi hermano grande un soñador incansable, un proyecto en evolución, un ideólogo constante, un poeta extraordinario, una puerta entreabierta, un consejero gratis y es el amigo de libros y planes extraordinarios.
Que bonito siiii
Sandrita que buena descripción del cumpleañero, Ricardo debe estar muy orgulloso por tus palabras