El plan de viajar a Estados Unidos, Australia, Alemania y otros destinos es cada vez mas famoso y común para los profesionales en mi País, por lo que en los últimos años se ha incrementado esa alternativa en el momento de terminar la carrera, normalmente son programas reconocidos que permiten la experiencia de cuidar niños mientras estudias ingles, pues bueno a mi no me tocó ser niñera si no lava cabezas.
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Durante los nueves meses que llevo en los «Yores» debo decir que soy afortunada, llegué con un techo seguro, una familia que aunque no veía hace muchos años conservaba el amor intacto hacia mi y en especial una mamá que me daría trabajo.
Mamá es una mujer trabajadora,cariñosa, noble y soñadora, ella vive en New York desde hace 10 años y ha labrado un camino reconocido y exitoso por ser una gran estilista, es profesional del cabello, lo corta, lo tintura, le hace una cosa, la otra y lo mejor de todo le gusta lo que hace, debe ser por eso que en el momento de elegir mi carrera ella solo me dijo que escogiera algo que quisiera hacer.
Ella es y ha sido el soporte de todos mis años y ahora en esta nueva etapa lo esta haciendo de nuevo, por eso me planteo la idea sencilla de acompañarla los sábados en la peluquería para ayudarle lavando cabezas y así pudiera ahorrar para mis gastos y las cosas pendientes que tengo por pagar en Colombia, y así empecé.
Los sábados nos despertamos , desayunamos y nos vamos a tomar la van o el bus para llegar a la estación de Jamaica Center donde hacemos el transfer para el Tren J, nos bajamos en la parada 85 y vamos comprando dos pandebonos, un café y un jugo de naranja para desayunar en el trabajo y empezar la jornada laboral, madre e hija.
Desde las diez de la mañana ella ya tiene citas, clientas que en la mayoría llevan años arreglándose el cabello con ella, Mamá siempre me presenta orgullosa y dice que soy su hija , que hice la carrera en Colombia, que soy periodista, al principio me sentía apenada pues me preguntaba que diablos hace una periodista lavando cabezas en un salón de Queens, NY, pero entonces me di cuenta que estoy escribiendo mi propio libro y este es uno de esos capítulos.
De las experiencias que se suman a empezar una nueva etapa en el exterior es el diferente tipo de trabajos que hay que realizar, una mezcla entre sobrevivir y alcanzar las metas con las que cada uno llega a este lugar, por lo que he trabajado haciendo vídeos para empresas pequeñas, páginas web, promotora de eventos , asesora de proyectos y por supuesto lavando cabezas.
Yo creo que uno debe hacer bien lo que sea la que este haciendo por eso me esmero, tengo listo el shampoo , el acondicionador y la toalla, a parte de eso ofrezco los tratamientos y demás servicios para asegurar mi propina, ya aprendí como no bañar la clienta mientras le estoy lavando la cabeza, quitar bien el tinte y cosas que tienen su truco por más sencillas que parezcan.
y por último les digo que cuando me preguntan si me da pena. ¿Pena? Pena es robar mijo, así decían las abuelas y lo creo – Además casi nunca he sufrido de ese mal – El trabajo y tener mi propio ingreso significa mucho, además tengo la mejor jefe del mundo y es el trabajo que no me abandona, que me espera fijo cada fin de semana acompañado de historias y retos, cómo el de la semana pasada cuando hice mi primer corte de cabello (solo espero que ella no lo lea y se de cuenta que fue mi conejillo de indias) me sentí por segundos cómo mamá , hice paso a paso lo que ella ha hecho por años y recordé como me cortaba el cabello desde que tuve mi primeros cuatro pelos .
Cuatro pelitos siiiii
Muy bueno…..
yo quisiera ir algún día hasta NY y tener el privilegio de que tu con las tijeras me cortarás el pelo y aún así no hubiese quedado bien me sentiría muy orgulloso de tu trabajo por qué podría gritarle a el mundo que mi tierra mi gente linda Colombia está en todo el mundo!!
PELAITA LOCA